UNA MUJER EN EL CAMINO

Hoy he tomado la determinación de renunciar a una carrera profesional exitosa a cambio de la libertad de permanecer al lado de mi familia. Hoy me siento asustada. Hoy siento que que he dejado tantos esfuerzos, noches sin dormir, negociaciones.... Hoy por hoy siento que es muy difícil revindicar el derecho a una responsabilidad profesional compatible con el derecho a una responsabilidad familiar.

Siento la necesidad del apoyo de las personas que tengo cerca, pero también siento la necesidad de sentir el apoyo del resto de mujeres que han tenido que tomar esta misma determinación y no se han arrepentido.

Soy nueva, en esto de lanzarme al ciberespacio y trasladar mis inquietudes. Un buen amigo, un buen día me dijo que debería escribir y ser capaz de compartir lo que escribía con el resto del mundo. Nunca tuve tiempo. Nunca tuve tiempo de pararme a pensar lo que sentían el resto de mujeres cuando me avecinaban lo que hoy está sucediendo, era una carrera a contrareloj en busca de un posicionamiento profesional antes de una edad en la que muchos hombres están todavía haciendo "méritos". Era un demostrar a mi misma y al mundo empresarial lo que puede llegar a conseguir una mujer sin tener que sacrificar nada.

Sin embargo, cuando tu hija pequeña en el dibujo del colegio sobre la familia, no incluye a su madre, te hace parar y buscar el tiempo para pensar sobre lo que has sacrificado, lo que estás dejando por el camino.

Cuando tomas esta determinación, necesitas la aprobación de la sociedad, pero la sociedad no tiene tiempo para reconocimientos. La sociedad lo único que busca es la productividad económica y no la productividad en términos de hacer crecer y formar futuras personas que tengan unos valores para seguir intentando crear un mundo mas equitativo, sostenible y mejor para las generaciones venideras.

Hoy estoy asustada, hoy me siento confusa, hoy hay dos personas diferentes dentro de mi. Una que lucha por su familia y otra que lucha por su carrera profesional.